lunes, 8 de enero de 2018

Los casos del detective Kogoro Akechi

Datos Generales

Título original: D-zaka no satsujin Aiken; Yurei; Issunboshi

Autora: Edogawa Rampo

Año: 2017

Nº de páginas: 241

Ed.: Satori Ediciones

Sinopsis: Kogoro Akechi no solo es el personaje más popular surgido de la inventiva de Edogawa Rampo sino, además, el investigador privado más ubicuo de la cultura popular japonesa. Su brillante ingenio y extraordinaria capacidad deductiva le permiten desentrañar los casos más inverosímiles y los crímenes más truculentos. La mirada de Akechi va siempre más allá de las apariencias y su mente analítica no pasa por alto el más mínimo detalle, hallando siempre la verdad por muy oscura y enrevesada que esta sea. En esta recopilación de tres de sus primeros casos, Akechi se enfrenta a un asesino que parece haberse esfumado de la escena del crimen de manera inexplicable, a un sospechoso fantasma que atormenta a un importante empresario y, finalmente, al más terrible de los criminales: un vengativo enano que, despreciado por las mujeres debido a su espantosa deformidad, idea un truculento plan para saciar sus apetitos sexuales.

Reseña

Después de lo bien que había oído hablar de Edogawa Rampo y de su más famoso personaje, el detective Kogoro Akechi, estas tres historias han resultado ser una pequeña decepción. Las tramas son lentas, pesadas y más bien insípidas, de modo que no consiguen enganchar al lector. Al parecer, fueron de las primeras obras que Rampo publicó y ni siquiera el propio autor estaba muy contento con ellas. Esto no quiere decir que el libro sea un completo bodrio, ya que también tiene sus virtudes. Entre ellas está el vívido retrato que se hace de la sociedad japonesa de principios del siglo XX, su forma de pensar, de comportarse, sus indumentarias y sus ciudades. Por su parte, Akechi es un personaje extravagante, inteligente y, como la mayoría de los detectives literarios, algo prepotente e irritante. Tiene su propio estilo, eso sí, aunque no me parece que esté a la altura de los grandes Sherlock Holmes o Hércules Poirot, al menos no en estas primeras apariciones.

Mi impresión general es que cuando Rampo escribió estos relatos aún era un escritor inmaduro, con un estilo fluctuante, algo pobre y sin pulir. Aunque este libro en concreto se me haya hecho un poco cuesta arriba, no descarto leer alguna de sus últimas novelas más adelante para analizar su evolución.


Nota: 6/10